Tras la poda, le damos un repasito a las viñas viendo los brazos que están sueltos y atándolos con hilo de macarrón, que se llama así porque está hueco por dentro. Lo hacemos para que la cepa quede bien sujeta al emparrado y resista al aire, la maquinaria...
Al mismo tiempo vamos bajando el primer alambre móvil para que cuando crezcan los pámpanos, lo subamos y la vegetación quede sujeta.
Como se ve en las fotos, llevamos una especie de bolso o zurrón con el rollo de hilo dentro y vamos tirando y sacando (comodidad)
Ponemos doble hilo para que quede bien sujeta y después doble nudo y cortamos con un anillo que lleva una pequeña cuchilla.
Los anillos pueden ser de plástico o de metal y se corta introduciendo el hilo entre la "montura" del anillo y la cuchilla y deslizando el dedo (y la mano entera) hacia abajo.
Hay que forrarse bien los dedos con esparadrapo porque al pretar el hilo, tras unas cuantas, empieza a quemar y a hacer herida.
CONTINUARÁ....
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